En la abstención en el consumo y uso de productos de origen animal por razones éticas, ambientales, de salud y humanitarias.
Es una proteína que se encuentra en algunos cereales, tales como trigo, cebada, centeno, avena; así como en sus variedades e híbridos (espelta, escanda, kamut, triticale, farro).
Es una enfermedad autoinmune producida por una intolerancia permanente al gluten que lesiona primeramente al intestino y puede dañar cualquier órgano o tejido corporal. Es una enfermedad sistémica, no es una intolerancia alimentaria ni una alergia, ni un trastorno digestivo.
Es un proceso en el cual alimentos en principio libres (de gluten, lácteos, huevo etc.) entran en contacto con algún ingrediente no permitido en la dieta, lo que lo convertiría en no apto para su consumo debido a la presencia de “trazas” en el producto final. Puede ser directa (que entre en contacto con un alimento no apto) o indirecta (que entre en contacto con alguna superficie que estuvo en contacto con un alimento no apto. Por ejemplo sartenes, cubiertos, trapos, fibras, hornos, etc.).
Es una respuesta inmune exagerada del organismo cuando entra en contacto con un “alergeno alimentario” (“sustancia extraña”); las reacciones pueden ser cuadros cutáneos, cuadros gastrointestinales, molestias digestivas inespecíficas, náuseas, vómitos, dificultades para tragar y en casos severos shocks anafilácticos con riesgo de muerte.
Es una inadecuada metabolización de un nutriente generalmente por un déficit de enzimas.
Es un tipo de alimentación que genera cetosis, ya sea por un aporte insuficiente de alimentos (la cantidad de energía de la dieta es menor que la requerida) o por una restricción de alimentos ricos en glúcidos (consumiendo alimentos ricos en proteínas o grasas).